Los jóvenes de Xochimilco se interesan cada vez más en la preservación de técnicas de cultivo tradicionales heredadas de generación en generación.

Elizabeth Reyes Moreno es ejemplo de ello; la joven oriunda de Santiago Tulyehualco, compagina sus estudios de Contabilidad con su labor como productora de amaranto.

         Mantener las raíces y tradiciones

Los fines de semana, en el paraje «El ocote», desde hace cuatro años, se dedica al cultivo de este cereal junto con su familia. Para ella, involucrarse en esta tarea es parte de sus raíces y del fortalecimiento de su identidad.

«Aunque el trabajo de campo es pesado, lo hago con gusto porque no quiero que se pierda esta herencia de mis ancestros», dice muy entusiasmada.

Y agrega: «Hay que seguir con la herencia de nuestros padres y abuelos, darle continuidad al cultivo del amaranto, es un gran orgullo poderle dar esa satisfacción a nuestros padres que ha pasado de generación en generación».

El amaranto que cosechan cada temporada, lo comercializan en las fábricas del pueblo, así como en ferias dentro y fuera de la Ciudad de México